sábado, 10 de septiembre de 2011

Virgen del Carmen de la Tirana.



VIRGEN DEL CARMEN EN EL CORAZÓN ESPIRITUAL DEL NORTE DE CHILE


Llegar a la Tirana es adentrarse en una la Fiesta a la “Carmelita” donde el baile la danza y canto nos sumergen en el amor del pueblo peregrino que durante 10 días le rinden honor a la Chinita del Carmen, la mujer valiente de nuestra fe, en su Santuario de La Tirana.

El mensaje que Monseñor Marco Antonio entrego a los cientos de miles de peregrinos podemos sentir la alegría y el gozo de lo que este fiesta significa, el mensaje de nuestra Reina del Carmen de la Tirana:“ en esta tierra de tamarugos la Carmelita es la ventana abierta del corazón de Dios, y es ella quien permanentemente, especialmente esta noche, la Virgen hace recuerdo en el Padre el amor no tiene límites, que el amor vence al egoísmo, y es más fuerte que la muerte.

“Hoy, cuando navegamos en un mar de tantos cambios sociales, de incertidumbres por el futuro. Cuando, junto a los cambios tecnológicos, asistimos a profundos cambios en nuestra mentalidad, pareciera que en la nave de los hombres no hay espacio para el amor, no hay un lugar para Dios”

Del mismo modo dijo que es en esta tierra en que la Chinita del Carmen, “nos enseñó a amar a Dios, sin renunciar a la profunda identidad de lo que somos. Aquí, aprendimos a danzar la fe, y con ella aclamar al Dios que nos salva. Ella, bailarín y bailarina, te mira con cariño de madre, cuando con fe llevas tu traje y realizas tu mudanza, cuando tu canto y tu danza expresan la oración que brota de tu corazón. Peregri-no y peregrina, aquí encuentras una casa que es consuelo en tu camino. Aquí, todos nosotros experimen-tamos su amor, y nos enseña a vivir en el amor sin límites de su Hijo”.

El Obispo de Iquique también pidió a la Carmelita que siga enseñando a sus fieles a caminar “en el en-cuentro con el Maestro y Señor; y nos ayude a valorar aún más, el profundo tesoro de estas raíces, hundidas en la historia, y que se encaminan a la vida eterna. Que estas profundas tradiciones, nos fortalezcan en la fe y nos impulsen a ser valientes, para nombrar a Dios como el capitán de la nave de nuestra vida. Que con valentía, a Dios, como María, le digamos siempre “sí”. Sí, a la vida. Sí, a la fraternidad. Sí, al servicio. Sí, al compromiso por la justicia y la paz. Sí, al compartir solidario. Sí, a la digna acogida del migrante. Sí, al perdón y la reconciliación. Sí, a la familia y al cuidado de los que sufren. Sí a la voluntad de Dios”.

FUENTE: Conferencia Episcopal de Chile- Comisión Nacional Santuarios y Piedad Popular.

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